Me desperté, boca abajo estaba… y mi cabeza daba vueltas.
Tenía la sensación de que lo sucedido anoche había sido un sueño.
Un sueño? No, para nada, nada de eso fue un sueño… fue real.
Desde esa caminata bajo la lluvia, ese lugar extraño al que
fui y lo que paso después.
Todo lo que sucedió, que nunca hubiera imaginado que pasara,
pero al fin y al cabo me hubiese gustado tener que contar una historia más creíble,
acá vamos:
El sábado 11 de diciembre del ya casi completo año de 2010,
una noche de esas que pensas mucho en todas las situaciones, en todo eso que
tenes guardado, esas broncas acumuladas, me decidí y Salí a caminar por este
campo tan caminado para mi.
Acostumbrado a conocer el camino y conocer qué cosa hay en
cada sitio de este lugar No Salí con linterna ni nada que alumbre.
No se por que , pensé que ir a dar una vuelta a los lugares
que tanto recorría cuando era chico, Lugares que ya por distintas razones no
visito mas. La casita del árbol, el bosquecito, el caminito que tanto nos
asustaba de chicos.
Me decidí y dije: ir a esos lugares me va a hacer mejor, con
tan solo dar una vuelta caminando yo creo que me haría mejor que estar
encerrado. Arranque caminando pase por el bosquecito y entre en aquella casa
del árbol, esa casita que tiene todavía aquel tronco con un cenicero que forma
un corazón. Luego, pase el alambrado y empecé a caminar hacia el norte, camine
unos 5 minutos y llegue a otro alambrado que cruce y vi ese caminito angosto
que lleva hacia el arroyo, canchero por tantas tardes pasadas en ese lugar, empecé
a caminar, no pensé que tantos recuerdos se me vinieran a la mente en ese
momento.
De repente como si ya supiera q eso iba a suceder y sin
sentir ninguna sorpresa se desata un gran chaparrón, yo en vez de cubrirme bajo un árbol seguí mi
camino hacia el tan ansiado arroyo.
Cuando aquella voz me decía vamos Javier que estamos cerca
de llegar, esa misma que hacía ya un
largo rato había escuchado y que me llevo a este lugar, este lugar q yo con
tanta confianza recorría a pesar de que hace
bastante tiempo no lo pisaba.
Seguí caminando, pase una tranquera y faltaba poco, lo sabía,
recordaba una tarde con mi amigo Leonel, traspasar esa tranquera como sintiendo
que estábamos entrando en una zona restringida.
Pero en fin, a mi mucho no me importo, seguí caminando hasta
q empecé a oír de lejos la corriente de ese bello arroyo y el canto de los
pájaros, a lo lejos veía solo en mi imagen visual la vieja choza que habíamos
construido con tanto sacrificio, aquel árbol donde me acostaba en esa rama como
si fuera una reposera y trate de hacer como un puente con piedras así podría
pasar a donde un día vimos esas grandes flores que nos ayudaron a adornar
nuestro techo.
Seguí caminando para el norte buscando algo mas para anhelar,
camine unos 100 metros y vi, un árbol, un aljibe y una canilla abierta donde el
agua caía y la tierra se hacía barro.
Me acerque a esa imagen, vi por el aljibe y se veía todo
oscuro, no sabía a donde iría a parar
Cuando mire para abajo me di cuenta que el mismo aljibe tenía
unos hierros enganchados haciendo como una escalera para abajo, en ese instante
se me ocurrió tirar una piedra, la tire y se escucho que había un fondo pero
sin agua.
Me creía muy cerca del objetivo para el que había ido hasta
ese lugar, baje y pise el suelo… increíblemente otra vez era como que no me sorprendía
y vi una especie de túnel que me llevaba a un lugar desconocido, probablemente
inhóspito, pero yo no lo pensé dos veces.
Me pare y escuche, la lluvia había cesado.
Ese escalofrió que sentía no paraba, mi corazón latía muy rápido
y igualmente fiel a mi orgullo decidí y avance para ver que me esperaba por ese
túnel escondido.
Se vio luz, en mi cabeza no entraban las miles de preguntas
que me estaba haciendo.
Cuando al fin llegue, divise
una puerta a lo lejos, estaba rodeada de agua y había 2 botes para llegar ahí, estos tenían un aspecto
extraño y no me daban gran seguridad, pero no me iba a echar atrás en ese momento.
mi cabeza trataba de generar un razonamiento para lo que estaba viviendo.
Fiel a mis instintos agarre el bote y comencé a remar hacia
el objetivo que estaba a unos 200 metros. Cansaba más de lo que parecía, pero
con un poco de esfuerzo pude llegar hacia la orilla. Había una plataforma de
piedras y la puerta estaba ahí, era de madera color tostado, ancha y con un
picaporte muy extraño de metal. Abrí esa puerta
y en ese mismo instante es donde mi mente cambio.
Me encontré con mi pasado, no sé si era un espejismo o era real, tenía a mi madre enfrente mío, con
su clásica remera suelta y su collar de alpaca. Pero… ¿Cómo podía ser? ellos
habían muerto, en esa marcha luchando por sus derechos, mandaron a reprimir y
ellos se quedaron defendiendo sus ideas.
Hijo! dijo mi madre con una voz que transmitía paz.
Yo no podía entender lo que estaba viviendo, no me salía
decir ninguna palabra y lo único que dije tartamudeando fue … ¿so..So...sos vos?
Soy yo, respondió, me acerque con escalofríos y sin entender.
Pronto ella empezó a hablarme.
A veces una idea es mucho más fuerte que una vida, y también
hay que elegir, nosotros, elegimos correr riesgos, morir por una idea y no
vivir siendo cómplices de injusticias.
¿Pero qué es esto que estoy viviendo yo en este momento? le
pregunte…
Es lo que te toco vivir, dijo. Y yo sentí que mi cuerpo
temblaba.
Pensa, se libre, no dejes que este mundo te lleve por su
camino estereotipado y camines hacia donde van todos, permitile a tu vida una liberación, no te
pongas un techo y vola, todo lo que te propongas si de verdad lo queres y tenes
convicción, no hay imposible.
Dijo eso, me miro, sonrío, parpadee y desapareció.
Entrando en shock fui a donde estaba ella y no había nada, solo una cosa, una vieja pluma y tinta.
Agarre la pluma y la tinta, y no pude encontrar más explicaciones,
la vuelta solo fueron preguntas. Ya estaba amaneciendo y yo había vivido la
experiencia más rara de mi vida… ¿era yo el que me imagine eso? ¿O fue real?
ella vino a darme un consejo, me dijo sus ideas y luego simplemente desapareció.
Ciertamente no se qué fue lo que paso, que mis padres están muertos,
no tengo dudas.
Pero hay algo en ellos que no se murió y ahora yo con la
pluma y la tinta lo escribo. Desde este día mi misión de vida es mantener vivo
su legado, ellos pueden estar lejos en cuerpo y alma, pero hay algo que quedo
en la tierra, Su idea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario